¿Una jornada romántica por poco dinero? Muy fácil nos vamos de pic nic sin salir de la ciudad y lo hacemos en los rincones más apasionados. Los parques y jardines, las plazas, las calles más enigmáticas. Coge mini bocadillos y una botella de vino e invítala al parque del retiro madrileño. Además de ser un lugar de excepción, podrás conocer de cerca la belleza natural de este parque y, tras la comida, dejarnos llevar en alguna de las barcas del estanque.
Comer junto a un pequeño laberinto en verde gracias a la madre naturaleza es posible en el Parque del Laberinto de Horta de Barcelona. En lugar en si ya es bastante romántico porque imita a muchos jardines italianos renacentistas con estatuas y ornamentos que nos transportan a otra época. Algo parecido sucede en el parque de Cervantes o la rosaleda de la misma ciudad, repleto de rosas de diferentes especies que tiene su máximo apogeo en primavera. Descubre las diferentes variedades y dedícale todo el amor del mundo a tu pareja.
Si nos hallamos en Londres, tenemos un buen surtido de jardines para elegir. Los países anglosajones se jactan de contar con grandes parques donde hacer deporte y relajarse tras una jornada de trabajo. Por la tarde, antes de que se ponga el sol, es momento de llegar al Hyde Park y merendar con una buena cerveza debajo de un puente o en algún rincón puramente inglés.
De grandes extensiones, el Central Park de Nueva York es la excusa perfecta para pasar una sábado entre naturaleza. Son comunes los deportistas recorriéndolo sin parar, igual que algunas aves que van sueltas y las típicas ardillas del lugar, muy graciosas y simpáticas.
Hay ciudades que gozan del privilegio de contar con pequeñas montañas en la misma urbe. Hollywood Park en Edimburgo nos ayuda a soñar despierto gracias a su paisaje. Si eres aventurero, puedes llegar hasta lo alto a modo de excursión, pero durante el camino puedes parar para reponer fuerzar y compartir con pareja una comida especial… y todo ello mientras contemplamos el bello mar del norte..
