Ya queda menos para vivir un nuevo puente, en el que realizaremos una escapada diversa cerca de nuestras fronteras. Portugal es un país precioso que debe ser visto varias veces en la vida.
Lisboa, la capital, ofrece historia, ocio y gastronomía que convierte la escapada del Puente de la Purísima en una atracción más para ir en pareja. En el centro, nos encontraremos con el barrio de Baixa y Alta, donde comprobar la belleza de sus edificios, pero también las empinadas cuestas del casco antiguo de la ciudad.
Si estamos cansados, una manera de recorrerlo es a través del tranvía. Suelen ser pequeños transportes muy característicos de la ciudad que hacen varios trayectos por el mismo centro y hasta nos pueden llevar a otros barrios. El tranvía va algo rápido, pero tranquilos todo está controlado.
En este centro es donde veremos lugares de gran belleza. Uno de éstos es el antiguo ascensor de Santa Justa, que precisamente comunica los barrios de Alta y Baixa. Desde su mirador veremos vistas fantásticas a toda la ciudad. Durante esta época, debemos abrigarnos, porque aunque parezca lo contrario, en Lisboa empieza a hacer frío.
En la zona centro podemos reservar mesa en algunos de sus múltiples restaurantes. Y es que la cocina portuguesa es una de las más completas. Los bacalaos de diferentes tipos son el platos estrella, cualquiera de la carta estará exquisito. Además, las sardinas asadas, los quesos, los pescados, los pollos asados, la carne, los dulces y el vino de Oporto o vinho verde está entre las exquisiteces de la cocina de Lisboa.
En el barrio de Baixa recomendamos algun restaurante con espectáculo. En este caso, se realizan cantos de fado, la música portuguesa que traspasa fronteras. Es otra manera romántica de pasar los días en la ciudad con pareja. Algunos establecimiento donde se toca fado ofrecen cena y copas, elige bien y que no te timen, pues en tales sitios el menú suele ser algo abusivo de precio.
Lisboa es preciosa en cualquier época, yo voy a ir con mi novio para navidad que tengo unos días. Quiero ver el monasterio de los Jerónimos porque me han hablado mucho y no me lo quiero perder.