En junio el buen tiempo invita a pasear bajo el sol y empezar a ir a la playa para quedarnos con los primeros morenos del verano. Tenemos ganas de salir, de vivir el ocio al máximo, con noches donde la brisa todavía es buena y hace una temperatura excelente.

Todas estas palabras están relacionados con los bonitos pueblos costeros existentes cerca de Barcelona. Un ejemplo es Sitges, lugar romántico por excelencia en el que realizar una escapada de fin de semana durante este mes de junio.

Sus playas son reconocidas como unas de las más completas y mayor calidad de todo el Mediterráneo, con pequeñas calas para toda la familia y hasta lugares indicados para el gran turismo homosexual que se extiende en la población.

Más allá del mar, Sitges cuenta con otros atractivos, como son sus calles llenas de historia con una paisaje de colores blancos y azules verdosos. Su paseo marítimo es extenso y reúne a hoteles de renombre y restaurantes en los que comer típica comida marinera. Uno de los platos de la tierra es el xató, una especia de ensalada con escarola, bacalao desmigado, olivas negras y una salsa especial que es la pieza clave de este refrescante plato que hasta tiene su día especial.

Decidimos dar una vuelta por su centro histórico y nos topamos con el Patio Azul, un edificio de la Plaza del Ayuntamiento donde todavía se ve signos del castillo medieval donde se contruyó. También está el Museo y palacio Maricel, una exquistez del modernismo catalán lleno de mosaicos de colores.

La iglesia de Sant Bartomeu y Santa Tecla es otro lugar para hacer parada, pues es característica del pueblo y puede verse desde todos los rincones de sus playas. Al igual que la ermita de la Mare de Déu, rodeada de importantes mansiones y Jardines de Terramar, una zona algo exclusiva.

El Puerto de Aiguadolç es uno de los más destacados de la zona del Garraf. En él observaremos toda clase de embarcaciones, grandes y otra de menor tamaño, con tiendas relacionadas en las que adquirir lo necesario para salir a navegar. Si lo prefieres, puedes alquilar un barco para dar una vuelta cerca de Sitges, el tiempo y el mar suele ser propicio para adentrarnos y descubrir los sin sabores del Mar Mediterráneo. No te pierdas la bonita vista de Sitges que se ve desde el otro lado de la orilla.