Tal y como adelantábamos en las primeras entregas de esta serie, en Val d’Aran el patrimonio cultural es uno de los principales atractivos para el visitante, además de las múltiples actividades de ocio que se nos ofrecen en cualquier época del año. La coincidencia, a lo largo de la historia, de diversas influencias culturales unidas a las particulares características tanto geográficas como sociales del territorio, han construido un paisaje singular e irrepetible en su contexto.
Iglesias
En Val d’Aran se puede disfrutar de un importante conjunto artístico monumental, integrado sobre todo por un gran número de iglesias románicas. Una rica ornamentación escultórica, rústica pero muy expresiva, realza las líneas arquitectónicas. La iglesia de Santa Maria de Arties representa uno de los estandartes de la arquitectura románica aranesa. El edificio presenta planta basilical de tres naves, encabezadas originariamente por tres ábsides de los que hoy en día sólo se conservan los laterales. La portada que se abre a la fachada norte, exenta de tímpano, presenta seis arcos de medio punto adovelados en degradación, con motivos decorativos como el ajedrezado y los botones semiesféricos. La puerta que abre a sur, que comunica con el cementerio, está configurada a partir de tres arcos de medio punto en degradación. En el extremo de poniente hay incorporado un campanario de cinco pisos con cubierta piramidal; su adscripción estilística simultanea los ámbitos románico y gótico, cosa que hace pensar en los siglos XIII y XIV como posible fecha de ejecución. La huella de la época quedó magistralmente expuesta en las pinturas murales representadas en el techo del presbiterio y en la ejecución de un retablo, originario del siglo XV, que representa diferentes escenas bíblicas de la Virgen María y es una obra maestra de la pintura gótica.
Bossòst acoge la iglesia de Era Mair de Diu dera Purificacion, de sorprendente unidad estilística, lo que la convierte en un fidedigno documento visual de la arquitectura románica desarrollada en el transcurso del siglo XII. Viene a ser un compendio de los principales atributos de la producción artística del Románico, con su planta basilical compuesta por tres naves construidas en bóveda de cañón y sostenidas sobre pilares circulares; sus tres ábsides profusamente decorados con elementos escultóricos de procedencia lombarda; su torre campanario, ventanas abocinadas y geminadas y arcuaciones lombardas, y sus dos portadas, con tímpano cada una de ellas, de una gran riqueza iconográfica y estructuradas a partir de una sucesión de arcos en degradación. En el interior, cuatro arcadas separan las naves y los pilares circulares que las sostienen, todos ellos hechos de piedra trabajada y escuadrada, y coronados por impostas lisas. En un fragmento de pintura mural ubicado en el ábside central se intuye la representación de la escena de la Epifanía (s. XIII-XIV)
En los 33 pueblos que conforman el valle podemos encontrar otros magníficos ejemplos de la arquitectura religiosa de la Edad Media, como por ejemplo la iglesia de Sant Fabian de Arres de Jos, una de las más antiguas del valle, con su románico lombardo del s. XI; Sant Feliu de Baguergue, con su ara prerrománica decorada y diversas ampliaciones de época renacentista; Sant Ròc de Begòs, Sant Pèir de Betlan, Sant Estèue de Betren, Sant Andrèu de Casau, Sant Pèir d’Escunhau, Sant Julian de Garòs, Sant Martin de Tours de Gausac, Sant Pèir de Gessa, Sant Blai de Les -una pequeña capilla románica con extraña configuración a dos niveles-, Sant Estèue de Montcorbau -con una estela romana del s. III-, Sant Andrèu de Salardú, Santa Maria de Cap d’Aran de Tredòs, Santa Eulària d’Unha, Sant Miquèu de Vielha, Sant Fèlix de Vilac o Santa Maria de Vilamòs -lápidas funerarias romanas-, entre otras muchas.
Fotos: Torismearan.org
Para más información: Turismo de Arán
