Tal y como adelantábamos en la última entrada de esta serie, la importancia del agua en la región de Languedoc-Rosellón no se limita solamente a la infinidad de actividades deportivas y de ocio activo que podremos practicar. Si lo que deseamos es olvidarnos de nuestras preocupaciones y dar a nuestro cuerpo y mente un merecido descanso, aquí hallaremos establecimientos con todo tipo de tratamientos relacionados con el líquido elemento, tanto a la orilla del mar, como en las muchas montañas de la región.
Manantiales de aguas termales
En verano o invierno, podrá disfrutar de un baño en las vaporosas y sulfurosas aguas que ofrecen estos manantiales de aguas termales al aire libre. En Dorrès, a 14 km de Font Romeu, podremos disfrutar de unos baños romanos de granito con una temperatura de 42º. Muy cerca de aquí, en Saint Thomas-Fontpédrouse, cuentan con seis manantiales conocidos por tener las aguas más cálidas del valle de Têt. Tres lavatorios al aire libre, con agua a 36º en verano y a 38º en invierno. En Les bains de Llo encontraremos un lavatorio al aire libre con agua a 31º, con jacuzzi y nado contracorriente.
El balneario de Avène
El agua de Avène yace cerca de la montaña negra, en un pueblo de arquitectura circular, edificado en un meandro del río Orb. Desde el siglo XVIII, sus aguas bicarbonatadas, cálcicas y magnésicas están indicadas para el tratamiento de enfermedades crónicas de la piel, quemaduras, etc., y en 1874 se declararon de utilidad pública. En 1975, los laboratorios dermatológicos de Avène desarrollaron una gama de productos que al poco llegaron a comercializarse a escala global, dando de paso a conocer el nombre de la región de Languedoc-Rosellón en todo el mundo, al tiempo que otras conocidas reconocidas firmas de cosméticos se interesaban en el uso en sus productos de estas aguas con propiedades únicas.
Foto: Sunfrance.com
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