La cosmopolita ciudad de Málaga, capital de la Costa del Sol, tiene un privilegiado enclave natural, con el Mediterráneo bañando sus costas y con una población que supera el millón de habitantes. La influencia marina, su estupendo clima, su orografía y el estar ubicada sobre dos valles fluviales (el Guadalmedina y el Guadalhorce), son los factores geográficos y ambientales que más han influido en su idiosincracia actual y en su carácter abierto al mundo.
Si nos decidimos a preparar un viaje de fin de semana a Málaga, ahora que nos acercamos al otoño y el calor del verano comienza a desaparecer, tendremos ocasión de gozar aún de baños en el mar y disfrutar de un clima suave y agradable. Porque Málaga se defiende del frío gracias a la barrera montañosa que conforman sus montes y a la presencia del mar. A pesar de todo, los meses más fríos son febrero y diciembre, y los más cálidos y agradables son julio y agosto, con temperaturas medias que van entre 23º de máxima y 13º de mínima. Como veis, un lugar ideal para vivir o, en último extremo para visitarlo durante un fin de semana al menos.
A Málaga podemos desplazarnos de varias formas y con bastante facilidad y comodidad, vengamos de cualquier punto de España. Si llegamos en avión, lo haremos a su Aeropuerto que se encuentra situado al sureste, a 8 kilómetros de la capital. Este aeropuerto cuenta con dos terminales. La terminal A está enfocada a los vuelos procedentes de España y de la Unión Europea, y la terminal B para vuelos del resto del mundo. La autovía de circunvalación E-15 y la Avenida de Velázquez unen al aeropuerto con el centro de la ciudad. Una vez que estemos en el centro de Málaga tendremos muchas opciones para desplazarnos por ella. Podemos optar entre movernos en autobús, en taxi, en coche de caballos, en bicicleta, o bien alquilar un coche y ser nosotros mismos quienes marquemos las rutas que más nos interesen.
Málaga tiene mucho que ver y que conocer y posiblemente una escapada de fin de semana se nos haga demasiado corta; sin embargo, no podemos irnos de la ciudad sin visitar al menos su Teatro Romano y Alcazaba, la Plaza de la Merced, donde se encuentra la casa natal de Picasso, la Catedral y la Plaza del Obispo, el Palacio de los Condes de Buenavista y la Iglesia de Santiago.
GASTRONOMIA DE MALAGA
Debido a estar conviviendo con el mar y la montaña, Málaga posee una de las gastronomías más completas de Andalucía. Conviene destacar las recetas de pescado, de carnes y de hortalizas, materias primas excelentes y con un amplio abanico de sabrosas recetas. Su clima subtropical hace que puedan cultivarse frutas y hortalizas como el aguacate, ideal para acompañar ensaladas y otros platos exquisitos.
En cuanto a los pescados y mariscos, los podemos encontrar cocidos o fritos. No olvidemos también los famosos espetos de sardinas que se suelen preparar en la playa. Málaga cuenta también con muchas recetas a base de fideos con bacalao, con almejas y con otros pescados variados.
Los platos a base de chorizo, morcilla y magro, acompañado con un par de huevos fritos son también típicos de la tierra y os recomiendo probarlos, son exquisitos. También son típicos el gazpacho andaluz (no podía faltar, por lo refrescante que resulta en verano) y las sopas frías como el ajoblanco.
Esta es solamente una introducción a grandes rasgos de todo lo que puede ofrecer Málaga, para que nos vayamos planteando una buena escapada de fin de semana. En otra ocasión os iré ampliando con más detalle cada punto a tener en cuenta, porque Málaga merece la pena conocerla a fondo.
