Mirando desde la montaña, desde el mar, desde una punta de la ciudad o desde el sur. Barcelona es una ciudad bella se mire por donde se mire. Para San Valentín es un lugar romántico que contiene muchos espacios de altura para contemplar con tu pareja las mejores vistas de la ciudad.
Desde la montaña del Tibidabo tenemos un mirados excepcional. La ciudad a nuestros pies desde lo alto de la montaña. Es mucho más impresionante de noche, cuando observamos todas las luces y todos los rincones como si fuéramos los dueños de la gran urbe.
Desde el mirador de la estatua de Colón, al final de las Ramblas observamos todos los puntos estratégicos de la ciudad. El mar, la montaña de Montjuïc, la barcelona gótica y hasta el Puerto Olímpico.
Desde los rascacielos más altos se divisan las mejores panorámicas. Tenemos algunos ejemplos. El Hotel Arts, donde desde sus suites y apartamentos ubicados en la última planta vemos el mar el infinito y algunos barcos y parte del centro. También desde el Hotel W Barcelona que está realizado sobre el mar, divisamos una Barcelona desde otro punto de vista, como si estuviéramos en un alto barco y viniéramos a la ciudad.
La montaña de Montjuïc, al otro extremo que la de Tibidabo, es otro rico mirador. Las mejores vistas las vemos desde el Museo Nacional de Arte de Catalunya, y también desde el Castillo de Montjuïc. Los teleféricos de esta zona también son uno de los transportes más recurrentes para ver la ciudad desde el cielo.
Subir a la Sagrada Familia es una gran experiencia. Desde lo alto vemos la Barcelona gótica, el eixample, el centro y las azoteas más singulares que te puedas imaginar.
