La capital de Polonia, Varsovia, se encuentra en el centro del país, a orillas del río Vístula y cuenta con 1,7 millones de habitantes. Después de la devastación producida por la II Guerra Mundial, en que casi el 85% de la ciudad fue destruida, ésta ha conseguido reconstruir una buena parte de los cientos de monumentos que le dan su peculiar carácter, entre los que destacan el Castillo Real, el Palacio de la isla del Parque Lazienki, el Palacio de Belvedere y el Palacio de Wilanow, y que le han valido el reconocimiento excepcional por parte de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. La mayoría de estos monumentos se encuentran bastante concentrados en el centro de la ciudad, por lo que moverse a pie es, probablemente, la mejor opción, siendo este, además, el mejor sistema para empaparse del ambiente de la ciudad y descubrir rincones sorprendentes.
La mayor parte de los edificios históricos se encuentran a lo largo de la denominada vía Real. Las Ciudades Vieja y Nueva, así como el Castillo Real, son su punto de partida, siendo su final el Parque Łazienki, con el Palacio Real de Łazienki, y el Palacio de Belvedere. La Ciudad Vieja. está llena de edificios monumentales e iglesias. Igualmente se encuentra aquí la Barbacana, que constituye la puerta de entrada, separando los fragmentos de las antiguas murallas. Su centro forma la Plaza del Mercado de la Ciudad Vieja, en medio la cual se halla el monumento a la Sirenita, símbolo de Varsovia. Cerca de aquí se encuentra el Castillo Real y la columna de 22 metros del rey Segismundo III Vasa.
En Krakowskie Przedmieście se encuentran la mayoría de las iglesias históricas de la capital, además de antiguos palacios, el conjunto de edificios de la Universidad y la sede de la Academia de Ciencias Polaca, con el monumento a Nicolás Copérnico. En Nowy Świat encontramos palacetes del s. XIX. Por la zona del río Vístula llaman la atención los edificios del Museo Nacional y el Museo del Ejército Polaco. El parque Łazienki es el lugar preferido para pasear de los habitantes y visitantes de la capital. La Vía Real termina en el Palacio de Belvedere.
Para observar el panorama de la ciudad, lo mejor es subir a la planta treinta del Palacio de la Cultura y la Ciencia, situado en el mismo centro de la Varsovia moderna. Desde este lugar se puede ver lo extensa y verde que es Varsovia, dividida por la franja irregular del río Vístula. Este rascacielos (234 m), exponente del estilo arquitectónico del socialismo real, es seguramente el mejor ejemplo de este tipo de arquitectura situado fuera de las fronteras de la antigua Unión Soviética.
Fotos: poland.travel
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