¿Nos vamos de escapada el día del padre? Es un regalo más que original para ese ser querido que se lo merece todo y seguro que no se lo espera.

Nos vamos directamente a esquiar a Vallnord, a Andorra. Un fantástico lugar paradigma del montañismo mundial que atrae no sólamente por su completa estación sino también por los paisajes. Tras practicar el deporte blanco, siempre podemos dar una vuelta por La Massana y ver el pintoresco pueblo de Pal. Después, toca pasar la tarde en la Andorra La Vella y pasear por sus calles. No nos olvidaremos de comprar en grandes almacenes comida y otros enseres, pues tiene fama de estar todo mucho más barato.

En la misma escapada, si nos quedamos más días, podemos entrar en el fantástico balneario de Caldea, al lado de Andorra la Vella. Es uno centros termolúdicos más grandes de toda Europa con máximos beneficios y completos tratamientos para nuestra salud corporal y mental.

Una escapada romántica para este día tan especial nos lleva a visitar una isla o al mediterráneo. Tenerife es un lugar único, pues engloba playas kilométricas y también parques de fuerte interés natural y volcánico. Siempre podemos visitar el Teide subidos en dromedarios.

Si nos acercamos al Mediterráneo, nuestra cita se centra en la costa Brava. Los pueblos de Figueres o Empuriablava nos esperan para empaparnos de un paisaje tentador y nos alojaremos en primera línea de mar para un entorno todavía más idilíco. Nos subiremos a una embarcación y nos perderemos en una excursión donde el mar es siempre protagonista. Comer en el barco es una buena opción para relajarnos y gozar de esta jornada.

En el centro de la Península, recomendamos una escapada a Salamanca. La ciudad universitaria por excelencia de España engloba un casco antiguo plagado de monumentos y sobre todo de la universidad que debe ser visitada. En la ciudad, nos alojaremos en un hotel señorial del centro con spa, restaurante y todas las comodidades que nos ofrecen los alojamientos castellanos.