La ciudad de Florencia, además de contar con museos de primer orden mundial, es una verdadera galería de arte al aire libre. En esta entrega hablaremos de algunos de los más importantes monumentos que podemos encontrar en las calles de la capital Toscana, sin olvidar algunas de las obras que, naturalmente, exigen el pago de una entrada por su excepcional valor y dificultad de conservación.
Benvenuto Cellini, Perseo con la cabeza de Medusa. Esta es una de las estatuas más famosas de la Plaza della Signoria. Bajo la Lonja dei Lanzi tenemos uno de los ejemplos más ricos y notables de la escultura manierista italiana. Cellini, uno de los más grandes orfebres del renacimiento creó esta obra en bronce por encargo de Cosimo I de’ Medici en 1545. El protagonista es Perseo, que muestra la cabeza decapitada de Medusa mientras sostiene su espada con la otra mano. El significado es político, representando el poder del Duque que «decapitó» la república. La Medusa representa la experiencia republicana y las serpientes que surgen de su cabeza, las discordias que siempre golpean a la democracia.
Fuente del Porcellino. Cuenta la leyenda que el futuro reservará fortuna a quien ponga una moneda sobre el morro del cerdito y la deje resbalar haciéndola caer en la reja inferior. La tradición popular dice también que tocar su nariz da suerte. Ésta, de hecho, luce pulida por el tacto diario de cientos de manos. Su nombre popular no se corresponde con la realidad, ya que representa a un jabalí, copia de la obra de Pietro Tacca (1633), que a su vez copió un mármol helénico conservado en los Uffizi.
Fuente de Neptuno. Realizada por Bartolomeo Ammannati y por el Giambologna entre 1563 y 1565, se encuentra en el centro de la Plaza della Signoria. La figura colosal del dios del mar sobre un carro tirado por cuatro caballos está rodeada por tres jóvenes tritones y cuatro figuras que representan a Doride oceania con su hija, la nereida Tetis y dos deidades marinas. Es conocida la particular semblanza entre la cara de Neptuno y la de Cosimo I, muy aficionado en su época al encargo de este tipo de obras que consideraba fuente de prestigio.
El David de Miguel Ángel. Una obra maestra de la escultura renacentista, junto al Moisés y la Piedad del mismo autor, hasta el punto que muchos artistas e historiadores del arte la consideran el objeto más bello creado por la humanidad. El David representa al héroe bíblico en el momento en que se dispone a enfrentarse a Goliat. La estatua, de mármol blanco y 5’17 m de altura fue encargada como símbolo de la república florentina y estaba destinada a ser colocada en uno de los contrafuertes de la Catedral. Varios artistas habían desechado el bloque de mármol considerándolo demasiado frágil, pero Miguel Ángel consiguió realizar la obra, que se ubicó en la Plaza della Signoria, expuesta a la degradación de la intemperie. Tras múltiples incidentes y agresiones, y sucesivas restauraciones a lo largo de los siglos, ha encontrado probablemente su ubicación definitiva en la Galería de la Academia, fuertemente custodiada y a resguardo del tiempo y los actos vandálicos.
Foto: Guillermo Pérez
Para más información: Turismo de Florencia
