El pasado año la famosa Gran Vía de Madrid celebró sus 100 años. Y no es para menos porque esta fecha tan especial reconoce el dinamismo de esta fantástica calle de la capital que cada día se llena de ciudadanos y turistas.
Es una de las vías con más ocio de toda España y quizás del mundo. Se le ha llamado el broadway madrileño por albergar desde siempre gran cantidad de teatros donde se han realizado obras de gran importancia. Actualmente, muchos de ellos han sido reformados conservando estructuras antiguas y han aumentado sus localidades. En ellos se realiza una programación variada de obras clásicas, modernas y hasta conciertos realmente intimistas de grupos y solistas.
Además, ha sido lugar de cines. Hoy en día, desgraciadamente quedan bien pocos y se han transformado en teatros o multisalas de cine. La Gran Vía se reconoce también por sus cafeterías, algunas realmente emblemáticas con una decoración de principio de siglo muy curiosa.
Como si de la 5º avenida de Nueva York se tratase, el paseo alberga tiendas de moda de firmas muy reconocidas en todo el mundo. Estas tiendas están al lado de otras menos glamourosas pero no por ello importantes. Se trata de establecimientos antiguos que todavía persisten al paso del tiempo y han dejado sus negocios a varias generaciones.
Esta larga avenida está formada por edificios muy importantes. Altas terrazas de hoteles, de correos, de bancos, de casas particulares de diferentes estilos arquitectónicos que llaman la atención por su belleza. En lo alto de estos edificios son destacables las publicidades de marcas con logos cargados de luces, que son ya todo un patrimonio de Madrid.
Es, sin duda, uno de los lugares más turísticos. Si bien no hace falta recorrer toda la Gran Vía al ser extensa, bien merece la pena centrarnos en sus calles de en medio, pasear, dar una vuelta y entrar en alguno de sus establecimientos que hacen historia. Es la verdadera esencia de Madrid.