Escapadas románticas de ensueño
Aunque este año el día de San Valentín cae en martes, algo que dificulta en cierto modo organizar un viaje o escapada para casi todo el mundo, no se nos ocurre una mejor manera de celebrarlo que pasando unos días en Venecia, probablemente la ciudad más romántica del mundo. Sin duda alguna los puentes, plazas, callejuelas y canales de Venecia son los que han asistido en silencio a más declaraciones de amor «por metro cuadrado» a lo largo y ancho del orbe.
No en vano, Venecia es el lugar también que muchas parejas de recién casados eligen para sus lunas de miel durante todo el año, ya que la ciudad posee un encanto insuperable en cualquier estación. Se trata además de una ciudad especialmente rica en monumentos y museos de gran importancia histórica y belleza, que nos lleva a través de la arquitectura, el arte y la cultura de los siglos pasados en un recorrido siempre diferente y siempre apasionante.
Desde la Plaza de San Marco, auténtico centro e icono de la ciudad, hasta el más recóndito de sus museos, iglesias o museos, todo en Venecia respira un cierto aire melancólico y decadente, ofreciendo escenarios de excepción para largos paseos en góndola, tranquilas cenas a la luz de las velas, paisajes de postal en la Riviera del Brenta y sus antiguas villas o en alguna de las muchas islas de laguna, siempre cambiante pero siempre encantadora.
Venecia es una ciudad hecha para el disfrute de los sentidos, algo en que destaca especialmente su gastronomía, una de las más particulares de Italia y que cobra sentido fundamentalmente a la hora de compartir momentos de intimidad con nuestra pareja. Si tenemos la oportunidad de visitar esta maravillosa ciudad, el próximo 14 de febrero o en cualquier otro momento, vale la pena dedicar parte de nuestro tiempo a saborear platos como los Spaghetti con almejas, el Branzino al vapor con manzanas y aceto balsamico di Modena, los Gnocchi di calabaza y crema de montasio, las castagnole, especialidad dulcísima de Carnaval, el Risotto del Doge o la sabrosa Zuppa di radicchio.
Foto: Alessandro Scarcella