Wrocław, situada en el centro de la región de Silesia, ha sido, a lo largo de su historia, objeto de disputas entre las naciones a su alrededor, perteneciendo a polacos, checos, austríacos, húngaros y alemanes en diferentes épocas. En este lugar el Óder se divide en dos brazos, formando un entramado de islas e islotes unidos por más de cien puentes, algo que podemos apreciar en toda su belleza realizando un recorrido en barco por su tupida red fluvial.
Ciudad miembro de la liga Hanseática en la Edad Media, como otras poblaciones vecinas, se convirtió en su época en una de las mayores urbes del continente, con una gran relevancia a nivel comercial y político. En las mansiones situadas en la plaza del Mercado, como Pod Złotym Słońcem, Pod Siedmioma Elektorami y Pod Błękitnym Słońcem, nobles, reyes y personalidades de todo tipo recibían a sus visitantes y cerraban acuerdos económicos y políticos; hoy éstas, con su estilo gótico y renacentista, nos recuerdan el pasado próspero de la ciudad.
En la fachada sur del Ayuntamiento una puerta conduce al Sótano de Świdnica, la cervecería más famosa de Wrocław, que data de comienzos del siglo XIV. En las cercanías, hallamos la Plaza de la Sal y la Plaza del Nuevo Mercado, lugares que desde tiempo inmemorial sirvieron como sitios de intercambio de los productos más variados, así como curiosos monumentos dedicados al ganado y al «Duende», símbolo de la Alternativa Naranja, movimiento contestatario famoso en los años ochenta. Si queremos tener una vista panorámica de la ciudad, nada mejor que escalar los 300 escalones de la torre de Santa Isabel, aunque también dispone de ascensor.
Ostrów Tumski se encuentra cruzando el puente Tumski, y aquí, en una ubicación tranquila, tenemos la iglesia gótica, las residencias clericales y el palacio arzobispal. Si somos amantes de la arquitectura moderna, en la Hala Ludowa, construida en 1933, tenemos una muestra impresionante: fue, en su tiempo, la mayor construcción de hormigón del mundo, hoy dedicada a ferias, exposiciones, acontecimientos musicales y deportivos. En la cercana aldea de Wojnowice hay un pequeño castillo construido sobre una isla y, si tenemos un poco más de tiempo, vale la pena acercarse al castillo de Książ, que data, en su origen, del s. XIII.
Fotos: poland.travel
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