Es una de las ciudades más bellas y románticas de Europa. San Sebastián se posiciona como un destino obligado, gracias a sus playas, paisajes verdes y edificios históricos. Su casco viejo es realmente tradicional con un séquito de plazas y calles recónditas que no podemos perdernos
Para una escapada de fin de semana, San Sebastián es perfecta para ir con la pareja, ya que casi todo está concentrado en su centro histórico. A su paso, el centro nos deja edificios de distintas épocas, muy coloristas, y que están cerca del mar. Es el encanto especial de Donostia, que está protagonizado por la mayor de sus playas, la de la Concha.
Es todo un paseo y una playa extensa de más de 1 km muy frecuentada por sus visitantes y también por los surfistas de medio mundo gracias a sus olas durante casi todo el año. En esta zona hallamos el edificio del Kursaal, un lugar para exposiciones y auditorio para congresos donde tiene lugar cada año el conocido y nombrado Festival de Cine de San Sebastián.
El edificio es, además, muy moderno, obra exponente del arte vanguardista más moderno con muchos cubos que se iluminan a medida que se hace de noche. Pasearemos por la plaza de la Constitucíón, donde se concentra gran parte de la vida de la ciudad. Goza de una importante historia y aquí habitaba anteriormente en ayuntamiento de la ciudad.
Entre los edificios religioso, en el mismo centro destaca la catedral del Buen Pastor, de estilo ojival, intenta imitar a las catedrales de Alemania y Francia, teniendo torres bastante altas que se ven desde diversos lugares estratégicos de la ciudad. También son importantes la basílica de Santa María o la iglesia de San Vicente que destacan por sus fachadas y retablos interiores.
San Sebastián es mucho más gracias a sus callejuelas interiores. Son lugares para el ocio donde se concentran las tascas más conocidas de la ciudad. Es el lugar perfecto para ir de pintxos y saborear las delicias de la cocina vasca, regado siempre con sidra o txacolí.