Portugal nos regala tradición, buena gastronomía y un paisaje siempre diferentes. Está lleno de contrastes, puesto que engloba ciudades, puertos, bosques y hasta islas. Madeira es uno de ellas ubicada en el archipiélago atlántico.
Su origien volcánico la hace especialmente bella y también en ella hay muchos contrastes paisajísticos, por lo que es un destino ideal para ir con tu pareja especialmente en épocas donde luce el sol y los viajeros pueden bañarse en sus abruptas playas. Hay que tener en cuenta que su belleza está protagonizada por bosques, como los de Laurisilva, lugares naturales que son declarados Patrimonio de la Humanidad.
La capital de Madeira, eje central de comunicaciones, es Funchal, situada en la costa sur de la isla. Y es que además de sus playas, las islas también agrupan algunos momentos históricos, como la catedral o Sé do Funchal y plazas con toda clase de jardines que son comunes en las ciudades y pueblos típicos de interior y también costeros.
En la citada capital, Funchal, también podemos ir de museos para que nuestras vacaciones sean del todo completas. Destacamos el Museo de Arte Sacro, el Museo Quinta das Cruzes, el Museo de Fotografía y en la isla de Porto Santo, que también pertenece a Madeira hallamos la casa museo de Colón. En todos estos museos podemos ver la tradición, historia y arte de la isla en forma de objetos, colecciones, fotografías y hasta en la casa museo de Colón colecciones que engloban la expansión marítima portuguesa y también el imperio colonial español.
¿Comer en Madeira? Como en todo Portugal, la gastronomía es uno de los ejes principales al ser rica y variada. Una de las ventajas es la cantidad de comida que se ofrece por precios baratos al ser de calidad.
Entre los platos más destacados están el pez sable, el atún con maíz frito, toda clase de mariscos, la espetada con carne ensartada en un palo de laurel y cocido sobre brasas, los pasteles de miel y el vino del que podemos probar cuatro variedades distintas dependiendo de la altitud de las viñas: Sercial, Verdelho, Boal, y Malvasía, muy dulce preferido para los postres.