Muy cerca a la ciudad de Brasov en Transisvania se encuentra uno de los lugares más emblemáticos y oscuros de toda Rumania, el Castillo de Drácula. De este personaje que ha venido irradiando el miedo en todo el mundo desde finales del siglo XIX se dice que vivió allí. Veamos cómo podemos darnos una escapada a Transilvania y visitar el Castillo de Drácula.
Muchas de las historias que han sido trasmitidas hacia nosotros tienen una estrecha relación con las creencias culturales populares y hechos históricos bien documentados. El Castillo de Drácula es uno de aquellos lugares que al igual que el oscuro personaje que una vez lo habitó son de gran interés para todo visitante de Rumania.
Viajando hasta llegar al Castillo de Drácula
Para visitar el Castillo de Drácula debemos viajar a la ciudad de Brasov en Transilvania, la cual se encuentra a tan solo a 161 km al norte de la capital de Rumanía, Bucarest. Desde Brasov usted tendrá que tomar otra carretera con rumbo suroeste hasta el municipio de Bran desde donde puede avistar el imponente Castillo de Drácula cuyo nombre real es Castillo de Bran.
Conde Drácula Vs Vlad Draculea
En realidad pueda parecer toda una decepción para quienes esperan encontrar en el Castillo de Bran el lugar de descanso del famoso Conde Drácula, personaje de ficción creado por el escritor irlandés Bram Stoker. En su lugar encontraremos al castillo del personaje histórico que sirvió de inspiración para dar vida a Drácula, Vlad Draculea, príncipe de Valaquia. Vlad Draculea más conocido como Vlad el Empalador se caracterizó por castigar con mano dura a los enemigos y traidores castigándoles cruelmente con el empalamiento, amputaciones, extracción de ojos, estrangulamiento, hoguera, castración, desollamiento, exposición a fieras salvajes, etc. Dicha crueldad de castigo es lo que lo convirtió de un personaje histórico al mítico conde Drácula, el vampiro inmortal.
El Castillo de Drácula, creado en el siglo XIII, usado con fines militares y control de caminos en épocas medievales también fue residencia real de la Reina de Rumania entre 1920 y 1948. Actualmente es un museo histórico que encarna un símbolo nacional de Rumania que albergó también a Vlad Draculea pero que es más conocido por todos como el Castillo de Drácula.