Este viernes 29 de viernes, Londres ha sido la protagonista de todo el mundo al acoger la boda del año o del siglo XXI (según dicen algunos) entre Guillermo de Inglaterra y Kate Kate Middleton, ya nombrada como Catalina, al darse el sí quiero en la Abadía de Westminster.

Es por ello que la ciudad ha sido punto de mira de ciudadanos y muchos turistas que se han acercado para esta ocasión que ha concentrado a un gran número de asistentes. Entre ellos políticos, personajes de la vida social y artística y las casas reales de todo el mundo, destacando las europeas.

Es una buena época para visitar esta ciudad con tan encanto y reguida por una puntualidad británica de primer orden. Aunque no se sabe muy bien el tiempo que puede hacer (siempre es mejor llevarse un paraguas porque puede ponerse a llover en cualquier momento) la primavera deslumbra la ciudad con máxima vegetación repleta de flores.

El amor y las bodas se hacen presente en Londres, así que la escapada romántica no puede ser más perfecta, especialmente si estás enamorado y vas en pareja. Quienes han podido estar en esta fantástica boda han visto a la familia real británica, que es ya un emblema en todo el país. Sus señas están por toda la ciudad, en forma de palacios e iglesias, y en muchos souvenirs (en este caso de William y Kate) pero hay para todos en tazas, bolsos, estuches, camisetas, platos, foulards…

Recomedamos visitar la Abadía de Westminster, tanto por dentro como por fuera, lugar de la ceremonia y de magnífica belleza arquitectónica. Se halla rodedada de jardines que también podemos recorrer. En sus calles colindantes veremos algún mercadillo. Es el momento de hacer las compras, sobre todo de curiosos gadgets que no encontraremos en otros lugares y a precios de verdaderas gangas.

La mejor forma de desplazarse por la ciudad es el metro, uno de los más antiguos del mundos. Nos lleva a todas partes, especialmente al centro. Aunque el taxi nos da mucho más glamour, hay que decir que son bastante caros, por lo que los autobuses, de doble piso, tan característicos, son otra alternativa.

Alguno de los barrios más exclusivos es Notting Hill, repleto de casas señoriales en tono blanco y grandes portales. Pasea por sus calles y date un capricho comiendo en un rincón especial de este barrio donde degustar cocina inglesa, pues además de las patatas ofrece variedad y riqueza.

Foto: paco_esteban