Cualquier idea para una escapada romántica siempre es bienvenida por cualquier pareja. El hecho de viajar solos por el mundo y disfrutar juntos del día y de la noche es algo demasiado tentador y sugerente como para dejarlo a un lado, sin pensar que existe un reto que se encuentra detrás de toda experiencia viajera de este tipo. Porque un viaje en compañía de nuestro ser más querido tanto puede favorecer como empeorar una relación. Y de ello hay que ser consciente a la hora de emprender tan hermosa aventura.
Para evitar contratiempos y rupturas, nada mejor que unos pequeños consejos que pueden ser válidos independientemente del destino y la forma de viajar que se elija.
1.- Siempre hay que tener presente que ambos deben sentirse a gusto durante el viaje. Realmente es fácil darse cuenta con rapidez de cuando nuestra pareja desea salir de una situación o largarse a otro sitio. Si apreciamos ese rechazo debemos ser condescenciente, aunque a nivel particular estemos disfrutando del momento.
2.- Apartarnos del teléfono móvil o de la tablet el máximo tiempo posible siempre es conveniente si deseamos que el disfrute sea mayor. Es una cuestión de prioridades. Siempre es más sensato saborear lo que estamos viviendo y comentarlo con quien tenemos al lado, que estar pendientes de cuando hay wi-fi o no en un café o en un restaurante, lo que nos hará perder muchos momentos interesantes que serán irrecuperables. Igual sucede con los selfies. Como en muchos casos parece algo adictivo lo de estar contínuamente recogiendo recuerdos de nuestro paso por un lugar, debemos ser comedidos en esta nueva moda que, además de haberse convertido en algo demasiado manido, casi nunca nos sorprende con fotos de calidad debido a la distorsión que crea la proximidad de la cámara. Es preferible una buena foto cada cierto tiempo y en momentos realmente interesantes que cien instantáneas mal hechas.
3.- En cualquier viaje, el equipaje debe ser lo más ligero posible, sin que por ello olvidemos lo fundamental para llevar. Lo mismo sucede con los zapatos, que deben ser cómodos y ligeros también. Una escapada romántica con sobrecarga de peso y con zapatos que nos provoquen dolor de pies puede ser nefasta, ya que la propia incomodidad y el malhumor nos impedirá disfrutar tanto de nuestra pareja como de las vacaciones.
4.- Implicarse por igual en el viaje y repartir los cometidos entre los dos. Es decir, dividir las tareas y que cada cual se encargue de gestionar su parte. Esta actitud evita bastantes contratiempos cuando surgen problemas y nos volvemos propensos a culpar al otro de lo que ocurre. Por ello, uno puede encargarse de todo lo referente a los medios de transportes, como billetes de avión, alquiler de coches, etc. y el otro a encontrar el alojamiento en hotel o en hostal más económico. Claro que, en el funcionamiento general de la escapada las dos partes deben contribuir con su opinión y estar de acuerdo en lo que se vaya a hacer. Algo que puede deteriorar una relación es la de culpar siempre al otro de los errores, por lo que hay que pensarlo dos veces antes de eludir responsabilidades y desaciertos durante el viaje.
5.- Compartir es lo que más une a la pareja. Por ello, hay que estar siempre dispuesto a ello. Hay que tomar como una simple anécdota que nuestra pareja haya olvidado cosas tan fundamentales como una toalla, la pasta de dientes o el cargador del móvil. También es importante saber compartir de forma agradable y divertida las horas muertas que siempre suelen existir en los viajes. Solo nos hará falta incorporar al equipaje cualquier juego, como el ajedrez, una baraja de cartas o cualquier aplicación del móvil para disfrutar de unos momentos de espera agradables que sin duda nos unirán un poco más a nuestro compañero. Para los más melómanos, compartir música siempre será una gran idea. Solamente necesitamos un divisor de auriculares y pondremos así un poco de magia a los lugares que vayamos conociendo. No olvidar que la música, la risa y el juego son fundamentales en cualquier relación.