España es poderosa y todo su paisaje refleja la memoria de nuestros antepasados. Es por ello que algunas de sus ciudades son declaradas Patrimonio de la Humanidad reconocidas por la UNESCO. Concretamente, es el segundo país del mundo con más lugares que tienen este distintivo.
Según turismo de España, para poder ser declarado Patrimonio de la Humanidad el lugar tiene que ser un logro artístico único, haber influido en un periodo determinado de la historia o constituir un testimonio excepcional de una cultura desaparecida.
El Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España es una asociación integrada por 13 municipios cuyo conjunto monumental se encuentra inscrito en esta lista: Alcalá de Henares, Ávila, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Ibiza, Mérida, Salamanca, San Cristóbal de la Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona y Toledo son los lugares nombrados por la UNESCO.
De cada región podemos descubrir miles de legados y cultura por los cuatro costados. En diferentes artículos iremos desglosando los tesoros de estas regiones. Hoy damos un aperitivo para que te decidas entre Alcalá de Henares, Ávila y Cáceres. ¿Con cuál te quedas?
En Alcalá se esconde la casa donde vivió el escritor Miguel de Cervantes, nuestro escritor más universal. También puedes ver de cerca el corral de comedias más antiguo de Europa. Ávila te sorprenderá por su conjunto monumental arquitectónico. Su muralla es la mejor conservada de Europa.
Cáceres, por su parte, destaca por sus palacios renacentistas. Todo huele a época medieval, pues su variedad de estilos también es un punto a favor para escogerla y visitarla. La ciudad vieja está considerada Patrimonio de la Humanidad.
España es un escaparate de ciudades y rincones llenos de magia e historia. En nuestro anterior post De paso por las Ciudades Patrimonio de España I os hicimos una breve descripción de lo que representan y de su importancia, destacando tres destinos englobados en esta categoría.
En esta segunda entrega, vamos a visitar otras tres ciudades que son declaradas por la UNESCO como patrimonio. Verdaderas joyas de nuestro legado que debemos descubrir y admirar.
En esta caso, nos centramos en la hermosa Córdoba, la naturaleza de Cuenca y la diversidad de paz y ocio que nos ofrece Ibiza, tres lugares dispares, pero con denominadores comunes.
De la Córdoba se pueden destacar muchas cosas. Es un lugar envidiable capitaneado por la arquitectura árabe y ello da como resultado rincones especiales que recordar. Todo su centro histórico es declarado Patrimonio de la Humanidad. En esta ciudad, que bajo dominio musulmán fue un importante núcleo de poder, se encuentra una obra cumbre del arte califal: la Mezquita, de obligada visita cuando estés en ella.
Cambiamos de rumbo y nos dirigimos a Cuenca. Es famosa por sus insólitas «casas colgadas» que demuestran la capacidad para transformar el entorno en perfecta integración con la naturaleza. Lo rural se impone y sorprende por ser un lugar que se ha creado suspendido en el aire. Cuenca es reconocida por la UNESCO por su ciudad histórica fortificada.
En ella podrás visitar desde las citadas casas a la catedral, su casco histórico, rico en arquitectura medieval hasta sus calles que desprenden leyendas de pasión.
Ibiza es famosa en el mundo entero por sus noches llenas de fiesta y ocio. Pero, quizás, muchos no sepan que también es reconocida por la UNESCO por su biodiversidad y cultura. Una cultura que mezcla el mar Mediterráneo con yacimientos arqueológicos bastante importantes. Y es que Ibiza es mucho más que discos y pubs.
Ésta es la tercera entrega de los artículos destinados a las ciudades Patrimonio de la Humanidad de España. Bellos parajes que forman parte de la historia viva de este país, y que su importancia ha sido trasladada a todo el mundo por su arquitectura de elevada calidad.
Vamos a hacer un recorrido por tres de ellas: Mérida, Salamanca y San Cristóbal de la Laguna, en Tenerife.
La primera es la ciudad romana por excelencia española. Este inmenso legado romano queda recogido en el Museo Nacional de Arte Romano, donde se puede conocer el pasado de la ciudad a través de una valiosa colección de objetos procedentes de Mérida y su comarca.
Para visitar tenemos muchos lugares de interés, como el Teatro Romano, erigido en el siglo I a. C., poseía un aforo con capacidad para 6.000 espectadores. Junto a él se levanta el Anfiteatro y en el centro nos encontramos con el Templo de Diana y el Arco de Trajano, de 15 metros de altura, una de las puertas de acceso a la ciudad.
Si Mérida es el legado que nos dejaron los romanos, Salamanca es la ciudad universitaria de España. La Universidad fue la primera que se creó en nuestro país y es, además, una de las más antiguas de Europa. En su época de mayor esplendor figuró a la cabeza de las universidades europeas. Por ella han pasado algunos de los mejores pensadores, artistas y escritores españoles
Su casco histórico está catalogado como Patrimonio de la Humanidad, por la cantidad de edificios históricos y de impresionante belleza arquitectónica. La Plaza Mayor es una de las más emblemáticas, donde se encuentran el enclave con más vida. También es impresionante la Plaza del Corrillo (con pequeños tenderetes donde comprar un recuerdo) y Casa de las Conchas, que atrae por la originalidad de su decoración con múltiples conchas.
En otro lugar, totalmente distinto, como es San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife, también encontramos una larga tradición universitaria. Su modélico trazado colonial, declarado Patrimonio de la Humanidad, alberga algunos de los monumentos religiosos más importantes de la isla, como la Catredral.
Tras las otra entregas donde describimos los lugares más destacados de la ciudades nombradas patrimonio de España, os damos un nuevo capítulo que pone de manifiesto los rincones más bellos de nuestro país.
Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona y Toledo tienen está distinción por sus monumentos históricos y barrios emblemáticos. Haremos un recorrido por las zonas que despiertan más interés si vas de escapada.
La capital de Galicia, Santiago de Compostela, tiene muchos atractivos turísticos. El Camino de Santiago tiene como fin esta bella ciudad, cuyo centro histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La catedral es una de sus principales atracciones, una obra clave del románico en la que confluyen diversos estilos arquitectónicos (románico, gótico, neoclásico, barroco…) de ahí su belleza monumental.
En su fachada hay muchos simbolismos al Apocalipsis, con el apóstol Santiago en los diversos rincones de su exterior e interior. La liturgia del botafumeiro es una tradicional que atrae a turistas venidos de todo el mundo y es uno de los souvenirs más vendidos desde siempre en la ciudad.
Segovia ha recibido todos los reconocimientos oficiales por su riqueza artística y monumental. Una Real Orden expedida en un ya lejano 11 de octubre de 1884 declaraba al Acueducto Monumento Histórico Artístico, título que posteriormente recibirían otros edificios como la Torre de San Esteban, el Monasterio del Parral, la Iglesia de la Vera Cruz y el Alcázar. Lugares que visitar y perderse entre sus calles.
A todo ello le hemos de sumar que en 1985 la UNESCO culminó el proceso al declarar a Segovia Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Disfrutarás de sus casas, murallas, palacios, museos, amplios jardines, y plazas medievales y antiguas que evocan viejas leyendas. El acueducto, construido en el siglo I y de origen romano, es su símbolo mundialmente. Cuenta con 163 arcos y sus 29 metros de altura, en su punto más alto, que se sujetan por los sillares de piedra de la Sierra de Guadarrama.
El legado romano de la ciudad de Tarragona la han hecho merecedora de este título. Al lado del mar se levanta el antiguo anfiteatro romano que data del siglo II y muy cerca de ahí hay muchas esculturas y edificios de esta época de gran interés arquitectónico. Desde la ciudad podemos visitar las famosas playas de la Costa Daurada y otros lugares interesantes de la comarca: el Delta del Ebre, el monasterio de Poblet, Port Aventura…
En el centro, Toledo se erige como una de las ciudades más hermosas de la geografía. Su riqueza arquitectónica se debe a que en ella vivieron varios pueblos distintos, desde los árabes a los cristianos y judíos. Son notables sus iglesias, palacios, mezquitas, plazas medievales, y edificios de gran importania declarados Patrimonio de la Humanidad.
