El turismo en la Comunidad de Castilla-La Mancha ha crecido muy considerablemente en los últimos años, convirtiéndose en uno de los principales destinos para los amantes de turismo de interior. Por dar algunas cifras, solamente en el año 2006 esta comunidad recibió a más de dos millones de turistas, creciendo progresivamente cada año que ha ido pasando. En cuanto al turismo rural, en estos últimos años se ha dado un importante crecimiento de casas y alojamientos rurales varios, debido a la cada vez más importante demanda de este tipo de turismo de naturaleza. Por ello, si estamos preparando nunestra escapada de fin de semana y no tenemos decidido aún el lugar, os aconsejo dirigiros a Castilla-La Mancha y disfrutar durante unos días de todas sus excelencias locales, desde sus encantadores paisajes, su gran legado histórico y sus excelencias gastronómicas muy destacadas.
La comunidad de Castilla-La Mancha se encuentra situada en el centro de España, en una extensa llanura, aunque con interesantes paisajes montañosos, como el de Sierra Morena, la Cordillera Central, el Sistema Ibérico y los Montes de Toledo. Este último divide las dos cuencas hidrográficas de la zona, la del Tajo y la del Guadiana. El clima de que gozan los castellano-manchegos es mediterráneo, aunque un poco continental, con unas temperaturas cálidas en verano y un poco frías en invierno. Además, en esta comunidad las lluvias suelen ser escasas.
A la hora de elegir opciones para movernos durante nuestra escapada fin de semana a Castilla-La Mancha, una muy sugerente suele ser sus rutas alternativas, como por ejemplo la Ruta de los Pueblos Negros, que debe su denominación a la abundancia de pizarra en los tejados de sus casas. Y no nos olvidemos de la Ciudad Encantada de Cuenca, que nos va a resultar impresionante e inolvidable. Otras rutas muy conocidas son: Albacete Secreta, la Ruta de los Hechizos del Mago Merlín, la Ruta de los Campos de Azafrán, la Ruta de la Mancha Esteparia, la Ruta de los Castillos y la famosa Ruta de Don Quijote. Otros puntos de bastante interés en esta comunidad son sus tres parques nacionales, muy bien conservados y dignos de conocer.
Para los seguidores de la buena cocina, la Comunidad de Castilla-La Mancha puede ser un paraiso, ya que en estas tierras se disfruta de una gastronomía de primera clase, con unos vinos excelentes y unos alimentos ricos y recios. Podemos destacar quizá sus chacinas y quesos excelentes y sus guisos de carne de caza, bastante conocidos desde siempre. También sus postres son muy variados y exquisitos.
Toledo, Cuenca, Albacete, Ciudad Real y Guadalajara son las cinco ciudades que conforman la Comunidad de Castilla-La Mancha. Aunque más adelante iremos hablando más extensamente de cada una de ellas en particular, os dejo una pequeña referencia orientativa a grandes rasgos de lo más destacado y con más encanto, para aprovechar al máximo nuestra escapada fin de semana.
Toledo, entre otras muchas excelencias, es muy destacable por tener uno de las más importantes tesoros arquitectónicos de toda España. Esta ciudad fue en otro tiempo capital del reino y en la actualidad lo es de Castilla-La Mancha. Tendremos ocasión de conocer obras de El Greco, quien vivió en Toledo una gran parte de su vida. Las espadas toledanas son famosas y apreciadas en todo el mundo por su gran calidad.
Cuenca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, sin duda nos sorprenderá bastante desde el primer momento. Sobre todo, por sus famosas Casas Colgadas, que suele ser con las que la identificamos siempre. Pero en Cuenca también debemos visitar su Museo de Arte Abstracto y su Catedral de estilo gótico. En cuanto a parajes naturales encontraremos el nacimiento del río Cuervo y la Reserva del Hosquillo, refugio del oso pardo.
Albacete, famosa por sus buenas navajas, se encuentra ubicada en la llanura manchega. Es una ciudad muy funcional y moderna. El nacimiento del río Mundo es digno de que lo visitemos, entre otras cosas por sus preciosas casacadas y hoces.
En Ciudad Real se encuentran las famosas y maravillosas Lagunas de Ruidera, que la forman 17 lagunas escalonadas y rodeadas de paisajes impresionantes. Este trozo de llanura manchega es la tierra de Don Quijote.
Guadalajara es una ciudad con mucha raigambre histórica. En ella podemos visitar la iglesia de Santa María la Mayor, de estilo mudéjar, y el Palacio del Duque del Infantado, que data del siglo XIV. De su provincia, destacaremos el encanto medieval de Sigüenza, con su fortaleza y su catedral.
