En el sudoeste de Francia, Burdeos es una de las ciudades más fascinantes que atrae a toda clase de personas y es destino de parejas enamoradas que la escogen por su belleza y sus viñedos.

Entre los lugares que podemos visitar mientras hacemos un paseo destaca el Puerto de la Luna de Burdeos, que es declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2007. Se trata de la ciudad portuaria que ofrece grandes atractivos en lugares de ocio, barcos, yates y mucho más.

En el centro de Burdeos nos encontramos con edificios con mucha historia. Es el caso de la Catedral de San Andrés, que data del siglo XI, y que mezcla diversos estilos arquitectónicos, como el románico y el angevino, mucho más nuevo.

Entre las plazas que podemos escoger para pasear o tomar un buen vino con tu pareja es la Place Royale, rodeada de algunos edificios de diversas épocas con una fuenta central. A su vez, es recomendable ver la la plaza del Parlamento de Burdeos, de estructura sencilla y repleta de cafeterías y restaurantes que el dan un toque moderno a sus también edificios que la protagonizan, como es el caso de su fuente central de estilo neo-renacentista.

Sin duda alguna, la región de Burdeos está impreganda de aromas a vino. Sus viñedos son muy importantes y en ellos se elaboran exquisitos vinos tanto blancos como tintos. Existen 14.000 productores de vino, 117.514 ha de viñedos, y un volumen de negocio de 14,500 millones de euros.

Dentro de la región encontramos dos subregiones diferenciadas y en cada una de ellas se elaboran vinos distintos y muy preciados en el mundo entero. Moverse por la ciudad es fácil gracias a que algunos de los barrios centrales pueden recorrerse fácilmente a pie.

También encontraremos el tranvía, autobús y autobús noctuno, y la bicicleta, el transporte preferido de los ciudadanos que engloba sistemas de bicicletas compartidas, y encontramos estaciones de bici en el centro de la ciudad cada 300 metros. Es una buena recomendación para visitar la ciudad tranquilamente.