Cantabria es una de las Comunidades Autónomas más completas. La mezcla de montaña, mar y buena gastronomía, además de una cultura de excepción, cumplen las expectativas de ciudadanos y turistas que la escogen por su calidad turísticas.
Museos, cuevas, arte, cultura, bosques y mares te esperan para compartir infinitas aventuras. Es importante dedicar media jornada a trazarse un camino y una guía de los lugares donde ir porque los territorios son abundantes.
Entre sus riquezas, destaca el Museo de Altamira, en Santillana del Mar, que explica el contenido de las cuevas con grandes hallazgos de nuestros antepasados. En el museo se explican los datos encontrados del Paleolítico, y hay una «Neocueva» o reproducción fidedigna de la original.
Es imprescindible subir hasta la Estación de los Picos de Europa, una de las maravillas naturales de España. Podemos llegar con un rápido y cómodo teleférico, con un desnivel 750 metros, situando al viajero a 1.850 metros de altitud.
Los parques naturales forman parte del paisaje cántabro de importante interés, tanto si vamos en verano como en épocas más frías. El Parque de la Naturaleza de Cabárceno alberga una totalidad de 750 hectáreas de extensión destinadas a apoyar una fauna bien representativa de todos los continentes en condiciones de semilibertad.
Las cuevas son otro atractivo cultura y turístico de esta comunidad. Una de ellas es la Cueva de Covalanas, una cavidad subterránea que destaca por su arte rupestre. También podemos dirigirnos a la Cueva de Hornos de la Peña, en el que encontrar grabados diferenciados en dos grupos en función de la técnica de ejecución; o las Cuevas del Monte el Castillo, un gran conjunto patrimonial paleolítico, que te permite adentrarte en esta época de una forma dinámica y amena.
En Puente el Arrudo podemos visitar la Ferrería de Cades, donde contemplar un conjunto rural del siglo XVIII de gran complejidad. Entramos de lleno en los rural y aprendemos los oficios ancestrales, de la mano de los nativos del lugar.
