A orillas del Atlántico, Asilah es un paraiso que te cautivará. Está al sur de Tánger muy cerca y con buena comunicación.
Si vas en coche toma la carretera de Tánger – Rabat y disfruta de las maravillosas vistas del Océano, sólo 35 minutos.
Te la propongo como opción muy interesante para una escapada de fin de semana, puente de Todos los Santos en Noviembre y un lugar para celebrar la nochevieja de una manera totalmente distinta, especial, todo lo exótica que tú quieras…..y a buen precio.
Es una ciudad antígua, con su medina, su zoco, sus murallas al mismo pié del mar y bonitas playas aún no explotadas, aprovechalo mientras se pueda.
Cuando llegues te sorprenderá las construcciones que dejaron los portugueses en el siglo XVI.
Primero fenícia y griega, despues cartaginesa, más tarde romana. Fué en el año 712 cuando se la llamó Asilah, siendo ya ciudad arabe, convirtiendose en un importante centro comercial para los mercaderes del sur de España y de las zonas vecinas. Un lugar privilegiado, paso de culturas, paso de Europa, con extensas playas vírgenes y gente hospitalária.  
Es una ciudad con grandes avenidas, un paseo de palmeras con buenos restaurantes, pequeñas cafeterías y una discoteca.
Tiene un puerto pesquero y una medina de casas azules y blancas por las que no te cansarás de pasear tranquilamente, sintiendo esa paz própia de otros tiempos. Es una medina pequeña, facil para los visitantes y muy limpia.
Sus habitantes viven de la pesca y de la agricultura y en estos últimos años del turismo que está en expansión.
Tiene bancos, farmacias, un hospital, iglesias, numerosos hoteles y bares abiertos para los turistas con los que son siempre muy amables.
No hay problemas de alojamiento, puedes disfrutar tanto de una casa típica como de un moderno hotel o apartamento.
No dejes de visitar las murallas construidas por los portugueses en el siglo XV, la medinna , de calles estrechas y el pequeño cementerio musulmán y mausoleo de Sidi Ahmed El Mansur que se encuentra junto al mar.
Asilah es conocida además de por sus enormes playas de fina arena, por sus festivales culturales de ámbito internacional, por su universidad y su foro Ärabe-Africano. En verano se convierte en un espácio para el turismo cultural.
Se nota la presencia española en las construcciones de la nueva ciudad mientra que la medina conserva todo el encanto de su pasado.
Visita si puedes Moulay Bousselhan, dirección Larache, se toma la autovia y después la salida hácia este pequeño pueblo marinero con una reserva de cigueñas, flamencos rosas y garcillas, puedes alquilar barcas para visitar la reserva, una delicia para los amantes de la naturaleza y en la misma playa puedes comprar pescao que, si quieres, te lo cocinan allí mismo en los chiringuitos.

En pueblos cercanos a Asilah se celebran mercados donde acuden gentes de las montañas para vender sus productos, no te lo pierdas, pregunta y te informarán con gusto. En estos mercados encontrarás de todo lo tradicional de la zona, comida y artesanía. En el mismo Asilah hay un mercado los jueves en el que participan gentes del interior.

Playas:
Las Palomas, dirección Larache. Si vas en coche lo puedes dejar en un aparcamiento antes de bajar a la playa. Hay un camino que bordea la costa y te lleva a esta hermosa playa, tambien existe la posibilidad de ir en carro .
Sidi Mugaits o Briech en la desembocadura de un rio dirección Tánger y otras.
Los horarios de comer y de comercios son parecidos a los españoles ecepto los viernes que cierran por la tarde la mayoria de los comercios y los grandes almacenes.
El idioma no es problema pués fué española hasta el 1956 y podrás comunicarte en español y en francés.
En cuanto a la comida prueba el tajin de cordero, las aceitunas, el delicioso pan, los dulces exquisitos y los pescados y mariscos.
Asilah nos recibe con su belleza especial, cautiva dentro de las murallas portuguesas. Ciudad de poetas y pintores enamorados de su luz, de la luz de sus atardeceres.

! Que lo disfrutes !