La ciudad de Luxemburgo está situada en uno de los lugares más bellos de Europa gracias a los cañones de sus dos ríos, el Alzette y el Pétrusse.
Destacan las fortificaciones, las antiguas calles empedradas, los parques, la catedral, el museo, el Palacio, la Plaza de Armas y en realidad toda la ciudad tiene un encanto especial para darte una escapada de fin de semana romántico en San Valentin o para pasar las pequeñas vacaciones de Semana Santa.
En realidad se trata de una ciudad pequeña que se divide en tres zonas, el centro o Ciudad Vieja, situado en la ladera norte del Petrusse y donde se encuentran la mayor parte de los atractivos
turísticos de la ciudad, la Ciudad Moderna, a la que se accede por los puentes Pont Adolphe y Pasarelle y la Zona  de los Valles, una extraña mezcla de casas, huertos y parques que se alzan en una pronunciada pendiente.
El casco antiguo de la ciudad se articula alrededor de dos plazas, una de ellas, la más importante, es la Place d’Armes, rodeada de árboles e iluminada con luces de colores. Es un lugar encantador, en el que se suele hacer una parada para tomar algo en la multitud de cafés y restaurantes que la rodean.
Si tomamos desde aquí la Gran Rue, hácia el norte, llegaremos a las principales tiendas de la capital, mientras que si nos dirigimos hacia el sur llegaremos a la Place Guillaume, una gran plaza rodeada de edificios oficiales, donde se instala  a diario el mercado principal de la ciudad, allí se montan muchísimos puestos con todo tipo de productos alimentícios.
En esta plaza está ubicado en Ayuntamiento de la ciudad.
El viaducto de Passerelle une la estación con el valle del río Petrusse, actualmente convertido en un hermoso jardín, a su derecha, los restos de las antiguas fortificaciones de la ciudad, conocidas con el nombre de Citadelle du St-Esprit.
En la Place de la Constitution, con la dorada Gëlle Fra, Mujer de Oro, monumento construido en
recuerdo de la guerra, situada en la entrada a las famosas «casamatas» excavadas en las fortificaciones rocosas de Petrusse.
Estas se utilizaron en la Segunda Guerra Mundial como refugio durante los bombardeos, en su interior existe un profundo manantial.
La catedral Nôtre-Dame, de estilo gótico tardío, destaca por sus tres agujas,se construyó entre los años 1613 y 1618.
Otra plaza importante de la ciudad es la Place Marché Aux Poissons, en la que se cruzaban las dos grandes vías romanas.
A su izquierda se erige el Musée National, rodeado de bellos edificios del siglo XVI.
El Musée Pescatore, está situado al otro lado del centro, cruzando el boulevard Royale. Tiene una colección permanente de arte, son interesantes las exposiciones temporales que suele acoger el museo.
Museo Histórico de la ciudad de Luxemburgo.
Museo nacional de Historia y Arte.
Museo de Arte Moderno Grand-Duc Jean.
Te recomiendo un paseo por el Chemin de la Corniche, Camino de la Cornisa, conocido también como el “balcón más bello de Europa”, desde donde la vista es magnífica.
El edificio más hermoso de la ciudad, es sin duda el Gran Palacio Ducal, cuya ornamentación se debe al Renacimiento español. En su origen estaba destinado a ser el ayuntamiento de la ciudad, pero en el siglo XIX la dinastía lo convirtió en su residencia.
A su izquierda está la zona más antigua de la ciudad, la Rocher du Bock.
Al fondo se puede ver la zona de los Valles, con sus casas típicas con tejados de pizarra, a las que se puede llegar en ascensor.
La puerta de las Tres Torres, la más antigua de la ciudad, desemboca en el Bock que significa promontorio, sobre el que se alza el castillo. Desde las ruinas puedes visitar otras casamatas o admirar las preciosas vistas del valle.
Como Luxemburgo-Ville es una ciudad pequeña, que no tardarás mucho en conocer, vas a disponer de tiempo para hacer excursiones a otras zonas del Gran Ducado.
Dos son las excursiones que te recomiendo especialmente:
La meseta de las Ardenas Luxemburguesas, situada en un entorno de gran belleza natural.
En esta excursión puedes visitar el Gran Castillo Ducal, residencia de la familia real durante siglos,
los castillos de Vianden, con sus agujas cónicas, almenas, gabletes escalonados y bastiones macizos, el de Clervaux que aunque fue destruido en la batalla de las Ardenas, se reconstruyó màs tarde, las
románticas ruinas del castillo de Boruscheid y  sobre todo disfrutar del maravilloso paisaje de esta zona.
La otra excursión es a la Pequeña Suiza y al valle del Mosela, donde vas a disfrutar del arte medieval y de la belleza de unos paisajes de ensueño. Pero de esta zona hablaremos en el próximo artículo. La oferta hotelera es excelente, también las casas rurales y su gastronomía se basa en la mezcla de las culturas que la habitan, es decir, la francesa, la alemana, la belga  además de muchas personas de distintos paises que se han establecido allí. Los platos más típicos son el Jamón de Ardeenes, que es un sabrosísimo jamón ahumado, el carré de porc fumé, que es  un plato de carne de cerdo ahumada, se suele comer con alubias y  el lechón de gelatina  que es otro de los platos más importantes de Luxemburgo.
 Los productos de mar y sobre todo la trucha, es un plato muy típico, como también los platos a base de cangrejo.
Muchos de los postres se preparan con licores caseros de la región, como la famosa Tortilla al Kirsch. El nivel de vida de Luxemburgo es muy elevado pero encontrarás restaurantes típicos a précios bastante accesibles y abundan los selfservice de buena calidad y  económicos, importantes pizzerías y restaurantes de comida de otros paises.