Siempre es una buena ocasión poder disfrutar de los parques naturales de la península. Son lugares románticos y a la vez salvajes donde ver una explosión de fauna y flora diferentes. La gran mayoría de ellos son protegidos y ofrecen picos de envergadura, ideales para realizar una excursión y practicar senderismo.
En Cataluña, el parque natural del Montseny es uno de los más extensos. Alberga diversas zonas y comarcas catalanas y ofrece una flora variada protagonizada principalmente por arbustos, pinos y toda clase de representaciones verdes de tipo mediterráneo.
El Parque Nacional de Doñada, en Huelva, es uno de los má destacados e importantes de toda Europa. Se trata de la más grande reserva ecológica de Europa y presenta una fauna y flora excelente digna de ser visitada y totalmente protegida. El parque es nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1994.
El Parque de los Picos de Europa es un excelente destino para pasar estas vacaciones de verano 2012. Entre Asturias y Cantabria, alberga grandes extensiones verdes y cimas de altura, y además fue nombrado Parque Nacional en 1918. Se realizan excursiones guiadas y es fácil poder ver grandes vistas desde los teleféricos que suben hasta el parque. En este lugar, recomendamos alojarse en casas rurales cercanas y contemplar la belleza que nos dejan tierras cántabras.
El parque de Sierra Nevada es toda una montaña llena de actividades. En invierno configura una montaña de nieve albergando la famosa estación. En épocas estivales se puede hacer montañismo y toda clase de deportes de riesgo. Además, veremos más de 2.000 especies vegetales. Está englobado dentro de la red de parques nacionales del estado.
En Lanzarote, el parque de Timanfaya es todo un ejemplo del paisaje de Canarias. Veremos fenómenos geológicos de naturaleza volcánica, con dunas, abruptos paisajes, arenas y obscuras lavas basálticas. Un escenario diferente que nos dejan estas islas a las que poder viajar durante en las vacaciones de verano.
La verdad es que no hay nada como una escapada romántica de vez en cuando, sobre todo para coger aire y volver de nuevo a la rutina.