En verano, tenemos ganas de ir a la playa, pero también de descubrir nuevos lugares con historia. Las poblaciones atractivas de la costa catalana son singulares y preferidas para pasar un verano en buena compañía. Os destacamos 4 destinos de la costa para tu escapara perfecta.

–Sant Pol de Mar. En la costa del Maresme, a caballo entre Barcelona y la Costa Brava, destacan poblaciones con cierto encanto. Casi todas pueden presumir de playas de alta calidad. Llegamos a ellas con tren, al contar todas con estación, con coche y gracias a una buena red de autobuses. Sant Pol es una población marinera que cuenta con casas y edificios modernistas, además de un importante legado patrimonial. Es famosa también por su restaurante de estrellas Michelín, regentado por Carme Ruscalleda.

–Figueres. La Costa Brava es sinónimo de distinció, cultura y ocio. No en vano, en poblaciones tan conocidas como Figueres se halla una importante red de transportes, pues ahora el tren AVE hacia Girona pasa por este lugar. Entre mar, rocas y calas, podemos hacer algo de cultura. Figueres es el lugar donde se encuentra el Museo Dalí, pues es famoso pintor surrealista vivió mucho tiempo en esta costa y prueba de ello lo establecen los rincones de la costa que podemos ver en sus cuadros.

–Tarragona. La capital de su misma provincia es destacable por su puerto y playa. Pero sobre todo por sus monumentos y edificios romanos que la han llevado a nombrarla Patrimonio de la Humanidad. En la misma Costa Dorada, es un buen lugar para ir a la playa, pero también para conocer sus entornos, como los parques temáticos, los yacimientos arqueológicos, el ocio de sus zonas… recomendamos visitar algunas de las poblaciones del lugar: Sant Carles de la Ràpita, Cambrils, Torredembarra…

–Lloret de Mar. Es uno de los ejes turísticos más importantes de toda la Península. En la misma Costa Brava, es famosa por albergar mucho restaurantes y bares regentados por alemanes o daneses. Encontramos calles temáticas sólo con este tipo de establecimientos. En verano, encontramos un gran flujo de turistas extranjeros, preferentemente jóvenes, llamados por las hermosas playas, pero también por el ocio nocturno.