Teruel es una gran desconocida hasta que llegamos a ella y decubrimos un mundo lleno de historia, monumentos y rutas por la montaña que impresionan. Para una escapada vamos a realizar la ruta mudéjar, donde confluyen tradiciones islámica y cristiana.
Algunos de los monumentos más importantes de este arte son declarados, en 1986, por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Empezamos la ruta visitando la iglesia y Torre de San Pedro (S.XIII), de nave única cubierta con capillas laterales, crucería simple y ábside de cinco lados.
Seguimos con la Torre, techumbre y cimborrio de Santa María de Mediavilla, y catedral de Teruel. De impresionante belleza, cuenta con motivos decorativos de cerámica verde, y resalta por la techumbre de madera, que cubre la nave central de la catedral.
Pasear por sus calles aporta toda clase de arte e historia por los cuatro costados. Es importante que algunos recorridos sean guiados porque nos enteraremos mucho mejor de la vida de los monumentos, así nos empaparemos de historia. La belleza de tales monumentos es grande y recóndita y en dos días tenemos la comarca recorrida.
En nuestra ruta mudéjar también resaltamos la Torre de El Salvador. Data del siglo S.XIV y tiene estructura de alminar almohade, dividida en tres estancias internas cubiertas una con bóveda de crucería sencilla y las otras dos en cañón apuntado. Por otra parte, cuenta también con la Torre de la Iglesia de la Merced (S.XVI), de tres cuerpos que destaca por su decoración con cruces de múltiples brazos formando rombos.
El turismo rural se ha afinanzado en la zona y atrae a un buen número de turistas. Fuera de Teruel capital, esta ruta sigue, pues cuenta con otros monumentos de destacada importancia.
